La legendaria banda británica Oasis, conocida tanto por sus
icónicos himnos como por las interminables disputas entre los hermanos Liam y
Noel Gallagher, ha anunciado su tan esperado regreso a los escenarios. La gira,
programada para el verano de 2025, recorrerá Gran Bretaña e Irlanda, con varias
noches ya confirmadas en el estadio de Wembley.
Este regreso, que parecía improbable dado el historial de
tensiones entre los Gallagher, ha generado una ola de expectación entre los
fanáticos y medios, pero también plantea
interrogantes sobre las verdaderas motivaciones detrás de esta reunión.
En los años 90, Oasis fue sinónimo de britpop, dominando las
listas con éxitos que se convirtieron en la banda sonora de una generación. Su
álbum debut, Definitely Maybe (1994),
no sólo encabezó las carteleras británicas, sino que marcó un momento
definitorio en la historia del rock inglés. Canciones como
"Wonderwall" y "Champagne Supernova" se convirtieron en
himnos que resonaban en pubs y estadios, encapsulando el espíritu de la época.
Sin embargo, el legado de la banda siempre estuvo acompañado
por las peleas que definieron su historia tanto como su música. Las
discusiones, tanto verbales como físicas, entre Noel y Liam se convirtieron en
parte del folklore de Oasis, alimentando la narrativa de una banda en constante
autodestrucción. La ruptura definitiva
en 2009, motivada por la incapacidad de Noel para seguir trabajando con Liam,
fue vista como el inevitable final de una relación laboral tan volátil como
productiva.
Ahora, tras más de una década de insultos públicos y
carreras solistas que nunca alcanzaron el mismo nivel de éxito, los Gallagher
parecen haber enterrado el hacha de guerra, al menos lo suficiente como para
aprovechar el jugoso mercado de la nostalgia. Con la gira de 2025 y el
lanzamiento de una edición aniversario de Definitely Maybe, Oasis se presenta
como un regreso triunfal. Pero, ¿es este
realmente un renacimiento del britpop o simplemente una estrategia para
capitalizar el fervor de los fanáticos de los 90?
La noticia de la reunión de Oasis, aunque bienvenida por
muchos, no es del todo sorprendente. Los rumores habían circulado durante
meses, avivados por las redes sociales y las declaraciones crípticas de Liam.
Sin embargo, el entusiasmo generado por esta gira no puede ocultar el hecho de
que Oasis nunca logró replicar su éxito
en Estados Unidos, ni obtener el reconocimiento que tanto anhelaban de la
industria, como un premio Grammy o su ingreso al Salón de la Fama del Rock
& Roll liderado por los viejos barcos piratas del mainstream.
Más allá de la música,
el retorno de Oasis puede verse como una táctica comercial más que un
resurgimiento artístico. En un contexto donde las giras de reencuentro se
han convertido en un negocio multimillonario, la vuelta de los Gallagher parece
responder más a una oportunidad de monetizar
su legado que a una auténtica reconciliación creativa. Es difícil no
preguntarse si este regreso es un último intento de los hermanos por
capitalizar el fervor que alguna vez inspiraron, más que una verdadera señal de
que han dejado atrás sus diferencias.
Las entradas para los
conciertos saldrán a la venta el 31 de agosto, y, sin duda, se agotarán
rápidamente, impulsadas por la nostalgia y el deseo de revivir los días de
gloria del britpop. Pero queda por ver si el público presenciará el regreso de
una banda rejuvenecida o simplemente el eco de lo que alguna vez fue.
El divorcio de Noel, ¿La verdadera causa del regreso de Oasis?
Otros apuntan otra causa, que tiene como protagonista a Noel
y su divorcio millonario con Sara
McDonald, de la que se separó oficialmente a principios del año pasado.
Esta causa judicial podría haber sido el impedimento de esta reconciliación
musical, que ha acaparado todo tipo de titulares. La pareja, que tiene dos
hijos en común, Donovan y Sonny, protagonizó una dura y controvertida batalla
en los tribunales para alcanzar un acuerdo de divorcio, que mermó, por
completo, una parte de la fortuna del artista.
Según el portal Celebrity,
Noel tuvo que pagar 25 millones de dólares a McDonald y hacer la entrega de las
llaves de su mansión, valorado en 8 millones de dólares, en el condado inglés
de Hampshire.
Este duro varapalo a
su patrimonio podría estar detrás del regreso de Oasis, ya que este
reencuentro podría generar una cantidad de 400 millones de libras, según
Jonathan Shalit, especializado en industria musical.
En cualquier caso, el
regreso de Oasis servirá como una prueba de si el espíritu del britpop aún
puede resonar en una era marcada por la rápida evolución de la música y la
cultura.